Este año que pasó fue mi segundo mejor año lector, pues leí 75 libros. A pesar de que me siento satisfecho, me asombré porque hubo pocos libros de ficción en mis lecturas en comparación con otros años. Aún así, te comparto los mejores siete, de ficción y no ficción. Y no, no tienen un orden específico.
1) Número Uno, de Anders Ericsson
Este libro te enseña cómo ser un experto en cualquier área de tu vida, siempre y cuando el proceso sea medir. Por supuesto, cada paso que propone para lograrlo está basado en hechos y estudios científicos que te muestran cómo los mejores atletas, matemáticos, músicos y taxistas del mundo siguen ciertas rutinas y formas de aprendizaje para estar donde están. Si quieres saber en qué consiste ese proceso, puedes leer el siguiente artículo.
2) La ciencia de contar historias, de Will Storr
Este fue tan interesante que lo leí en mi kindle y después lo escuché en Everand. Aborda cómo las historias nos convencen, animan, y manejan la narrativa de nuestra vida, ya que aunque no lo veamos de esa manera, nos pintamos como los protagonistas e incluso envilecemos a otras personas que no comparten nuestra forma de vida para nosotros ser los héroes. Aparte, es de gran apoyo para quienes aman crear historias y desean comprender qué tienen de especial aquellas que impactan de forma profunda.
3) La increíble historia de... La abuela gángster ataca de nuevo, de David Walliams
Esta es una secuela de la que no sabía su existencia, por lo que encontrarla en una librería fue un momento sublime. Su predecesora, La increíble historia de la abuelita gánster, es mi novela favorita de David Walliams, y en esta continuación nos lo que vive Joe (espóiler de la primera) tras el fallecimiento de su abuela. Aún más, lo confundido que se siente al saber que el Gato Negro volvió a robar joyas... ¿Quién es ahora?
En el siguiente artículo te comparto por qué es una novela que va más allá de la diversión.
4) La magia de leer en voz alta, de Meghan Cox Gurdon
Uffff... No sé ni cómo empezar. No me perdono el haberlo leído hasta hoy (ok, quizá sí es mi favorito del año). En él, la autora nos comparte cada uno de los beneficios de leer en voz alta a otros; desde hacer que las conexiones neuronales de los bebés y niños sean más rápidas, hasta calmar perros y ayudar a la relación entre soldados en campos de batalla y sus hijos que están en casa a miles de kilómetros. Es un imperdible para quienes deseamos mejorar la funcionalidad del hogar y de nuestras relaciones familiares. Por eso he escrito ya dos artículos con un poco de lo mucho que aprendí.
5) ¡Qué asco de bichos! | El cocodrilo enorme, de Roald Dahl
En este clásico de Dahl, se nos relata con cuentos lo peligrosos que pueden ser algunos animales con los que compartimos territorio. El último cuento es más largo, en el que vemos cómo un cocodrilo enorme usa tretas para intentar comerse a los niños; ahora solo algunos animales pueden impedírselo.
Este libro hizo que recuperara mi amor por Roald Dahl, al que había dejado en el abandono por un mal sabor de boca de sus relatos para adultos (me aburrieron tremendamente). Así que fue bueno reencontrarme con su humor ácido, tramas disparatas y esencia infantil. Si quieres saber más de esta historia, puedes leer el siguiente artículo.
Así que estos fueron los mejores libros que leí este año. Espero que el próximo año la lista tengo algunos más de ficción, incluso si se hace más larga.
¿Y tú leíste algún libro? ¿Te gustó? Compártemelo en los comentarios.
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